La mayor verdad sobre Parroquia Santos Inocentes al descubierto

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Y al subir al turismo me apuntaron por la ventanilla con una 9 milímetros. Me registraron los bolsillos… Yo no podía dejar que se llevaran la Eucaristía…

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Publica una reseña rápida sin tener una cuenta para compartir tu experiencia. Daniel Urquiza fué una autentica institución en la rifa del Chite, fué larga y continuada su presencia animando con su arte la fiesta. No podemos olvidar tampoco a Juan Manuel y su acordeón que han llenado de buenísima música y arte las fiestas que se Vivian en el pueblo. Una presencia musical, de los hermanos Antonio y José Padial , naturales del Chite y aRosendo Soto que con el acordeón llenaron los últimos años de la rifa que en este momento se está recuperando. En los «Paseos de Risia» solía abonar alguien para que otros pasearan y así ofrecer un rato de mofa y diversión.

Pues el cuadro que enseña la teología de esta parroquia es un planeta de contrastes, la cultura de la vida y la cultura de la muerte, el cielo se abre cuando la tierra se cierra. Mas lejano en el tiempo queda en el momento en que toda la feminidad, solteras, casadas y viudas se hacían de rogar y simulaban el forcejeo con los alguaciles para bajar a la Plaza. Los alguaciles rodeados de la chiquillería corren prestos a realizar la orden, en las manos, en una el sombrero y en la otra el sable blandiéndolo para recortar el aire y arrastrándolo hasta hacer saltar chispas del suelo, su correr era zigzagueante, provocando confusión y algún que otro sobresalto al abrirse paso. Al son de la música y en la mitad de un tumulto liberador de abucheos, silbidos y palmas eran recibidas las mozuelas del lugar. La tarde se presentaba, confusa y cargada, con una rapidez de vértigo se pasaba del baile al paseo y se le superponía la rifa de los artículos donados por los vecinos y la venta de cosas inferiores a los niños, como un mantecado, rosco, almendra garrapiñada y mas reciente almendricas, caramelos y bombones. También se vendía a los hombres el trago de vino, misterio que borra los estados y ahuyenta a la desaparición. El 28 por la mañana temprano se procuraban unos zagales para portar las canastas de caña, las cestas de mimbre y los pinchos de caña, estos aumentaban el cortejo que anunciaba su marcha con la explosión de algunos cohetes.

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Descubrí que no podía reservar eso, que era para darlo… Sí, Dios no es una aspirina; el Dios verdadero te sana y te salva, pero asimismo te solicita ser útil. Pero Él nos ha hecho con barro y no le molesta que le procures en la necesidad”. El padre de Rafael era un funcionario del Estado de determinada importancia. Eran los peores tiempos de la banda terrorista ETA. Rafael recuerda que cuando tenía 6 años fue usado como escudo humano para resguardar a su familia…

La catequesis de niño me aburría bastante y la viví como un trámite. No era algo que hiciésemos con frecuencia, pero aquella vez sentí como una suerte de escudo de bendición sobre nuestro hogar. Nuestra madre nos enseñó frases y yo rezaba con mi hermano, bendiciendo la mesa, por poner un ejemplo. Además de esto, hay que añadir la revolución de la catequesis, que aquí es catequesis familiar, o sea, los catequistas son los padres de los niños.

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• En los «Paseos de Risia» solía pagar alguien a fin de que otros pasearan y de este modo ofrecer un rato de burla y diversión.
• El prioste o hermano mayor de la cofradía, acompañado del mayordomo, escribano, diputado y munidor, recorrían las viviendas pidiendo para los gastos de aceite de la lámpara.

Al oscurecer volvían al Chite, abriendo su paso el disparo de ciertos cohetes y el chirriar sobre la calle de los sables de los alguaciles. “Cada día, al salir a la calle, yo creía que quizá no volviese vivo.

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