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Por qué Cada pequeña cosa que aprendiste sobre Yo Soy El Buen Pastor no es correcto y lo que debes saber

yo soy el buen pastor

Al asalariado, en cambio, no le atraen las ovejas. Jesús es el buen pastor para Sus fieles tal como los pastores lo son para sus rebaños. Él reúne a las ovejas en el redil a lo largo de la noche para protegerlas. El redil era un corral, una gruta, o un área con paredes de piedra en el fondo.

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Lo maravilloso no es solo que el buen Pastor nos conozca, sino que nosotros lo tenemos la posibilidad de comprender. Si tú no conoces a Jesús, hoy mismo lo puedes conocer. Jesús es ese asegurador amoroso y cuidador de Su rebaño.

Oración Del Martes: Yo Soy El Pan De La Vida

Desde el comienzo del cristianismo, el «buen pastor» es la imagen de Jesús de Nazaret que, en su calidad de pastor, protege y salva a su rebaño. Pero el empleado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo, y adeja las ovejas y escapa; y el lobo arrebata y desperdigada las ovejas. Pero al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va enfrente de ellas; y las ovejas le siguen, porque aconocen su voz.

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Estos frágiles pastos representan las bendiciones espirituales que tenemos en Cristo. Fuera de él no queda solamente que el desierto donde las ovejas mueren. Una vez que el buen Pastor ha sacado sus ovejas fuera, las conduce a lugares de pastos y agua donde son bien alimentadas.

En Juan 10, 9, Jesús charla de ladrones y ladrones que trataron de ingresar sigilosamente en el rebaño. En ese pasaje los líderes judíos se contrastan con Cristo, que es la Puerta. Aquí, en Juan 10,12, el mesnadero se contrasta con el pastor verdadero o fiel que voluntariamente da su historia por las ovejas. Jesús se muestra como el «buen pastor», o sea, como aquel que reúne y guía a las ovejas hasta prestar la vida por su salvación; y añade que el que no da su vida por las ovejas no es pastor sino más bien empleado.

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Suplico que hayan ovejas entre ustedes hoy, que escuchen su voz y salgan del redil de este mundo para venir a ofrecer su historia como la entrego por nosotros. El cariño de Dios provoca que nos conmovamos por quienes vagan en nuestras ciudades buscando llegar a su destino, por aquel hombre o aquella mujer próxima o lejana que espera consuelo y no lo halla. 15 asi como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y coloco mi vida por las ovejas. En la antigüedad, las ovejas eran una propiedad muy valiosa por la lana que generaban. No obstante, el precaución que estos pastores asalariados tenían por las ovejas era muy distinta que el cuidado que tenía el dueño.

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15Como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. 14Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen. su vida da por las ovejas.» Él murió en nuestro nombre, con el sentido de «en nuestro sitio.» Él murió como nuestro sustituto. El Buen Pastor no descuidar o abandona a sus ovejas.

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En un caso así, vamos a poner el énfasis en cuáles son las peculiaridades que tiene este pastor para llamarse «bueno». De la misma sucedía con la puerta, debemos poner énfasis en que él es EL buen pastor. Hay otros pastores, pero ninguno de ellos puede llevar el calificativo de bueno, sino que ellos son ladrones y engañadores. Jesús está hablando con los fariseos en relación al cielo y cómo que por medio de Él tenemos la posibilidad de entrar al cielo. Jesús decide emplear un caso de muestra que ellos tienen la posibilidad de comprender.

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Jesús llama a una relación íntima de reciprocidad con Él como un pastor con sus ovejas. Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve al lobo que viene, y deja las ovejas, y huye, y el lobo las quita, y extiende las ovejas. Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es. “Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas”. En sitios de delicados pastos me va a hacer reposar; Junto a aguas de reposo me pastoreará.

Porque Él ve y nos conoce de principio a fin, Él hace todas y cada una de las cosas hermosas. Él siempre ve el producto terminado delante de él. Pues somos hechura suya, y él recibirá la gloria en todo cuanto hace. Eso es lo que Jesús, nuestro Enorme Pastor, hace por nosotros. Él viene a buscarnos, nos acapara a todos en sus brazos, y nos lleva de regreso a su rebaño al que pertenecemos.

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